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Tengo un hijo o hija adolescente
Problemas, dificultades y Trastornos en la Adolescencia.
La adolescencia es una etapa de cambio tanto para el adolescente que vive la transición como para la familia que le acompaña y apoya durante este tiempo.
En la adolescencia se tiene como tarea principal la búsqueda de la propia identidad, para ello exploran el mundo externo a la familia con las herramientas (sociales) que les hemos ido facilitando, en ocasiones, pueden ponerse en peligro o perderse en el camino sin encontrar lo que están buscando.
Los padres adquieren la responsabilidad de convertirse en guías, ofreciendo alternativas y lugares de búsqueda y de ser el freno o control que minimice los riesgos ante los peligros externos.
La adolescencia es también una etapa de contradicción; vemos que para la familia se trata de un momento de separación, los hijos adquieren mayor autonomía conforme van responsabilizándose de su propia vida y van alejándose del núcleo familiar, pero al mismo tiempo, nos necesitan más que nunca, necesitan percibir la seguridad del hogar para poder salir a explorar el mundo. No son adultos todavía, pero ya han dejado de ser niños. Quieren crecer y empezar a ser adultos, pero les cuesta a ellos y a nosotros como adultos, perder el tipo de relación que teníamos cuando eran niños.
Todos estos cambios y adaptaciones que se producen en el seno de las familias en el momento de la adolescencia son vividos como una crisis que puede suponer un gran malestar para los miembros de la familia, aunque también podemos aprovechar esta crisis como una oportunidad para plantearnos nuevas formas de relación, aprender a comunicarnos con nuestros hijos de una forma diferente y ayudar a que la familia evolucione. Es importante tener acceso a la opinión de un profesional en estos casos para que un trastorno en la adolescencia se convierta en oportunidad de cambio y crecimiento.
Tipos de trastornos en la Adolescencia
Es característico en esta etapa de contradicción y diferenciación, que aparezcan comportamientos rebeldes y de oposición hacia los padres que irían desde el mal comportamiento a conductas agresivas hacia los demás o hacia él mismo. La convivencia en casa puede llegar a ser muy difícil para todos.
El grupo de amigos se hace cada vez más importante y puede ser también una fuente de conflicto en la adolescencia, que en ocasiones se siente perdido ante las nuevas relaciones que establece. Es útil en estos casos trabajar los recursos personales que todavía no ha aprendido a manejar para que sepa desenvolverse en el mundo externo a la familia y ayudarle entre todos a construir relaciones enriquecedoras con los demás. No podemos olvidar en este punto, el “bulling”, un nuevo concepto surgido en la sociedad actual en los colegios e institutos, relacionado con el acoso que sufren algunos adolescentes en este contexto; los padres no pueden cambiar a los chicos que rodean a sus hijos pero sí pueden, dar un apoyo eficaz a sus propios hijos, para que posean los recursos necesarios para enfrentarse a estas dificultades.
Por otra parte, en la adolescencia encontramos muchas veces las primeras manifestaciones de casi todos los trastornos mentales de la vida adulta (Depresión, Ansiedad, Psicosis, Trastorno Obsesivo
Compulsivo, y otros) pero estando a tiempo de tratar el problema y encontrar una solución que no lleve necesariamente a la cronicidad y el agravamiento de los síntomas.
También existen algunos trastornos en la adolescencia más específicos de la etapa, como la Anorexia Mental y otros trastornos de la alimentación, conductas autolíticas en procesos depresivos, consumo de sustancias que posteriormente puede llevar o no a una adicción y que puede ir acompañado de conductas de alto riesgo (parasuicidas), agresividad, peleas con los padres, embarazos no deseados con o sin interrupción voluntaria del mismo, etc.