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lunes, 18 de diciembre de 2023
MUJER EXTRANJERA“Somos tierra que anda…” La conferencia Mundial de Naciones Unidas (ONU) sobre Derechos Humanos, que se celebró en Viena en 1993, especificó por primera vez que los derechos de las mujeres son derechos humanos. Por lo tanto, podríamos decir, que no fue hasta finales del siglo XX que las mujeres alcanzamos la categoría de humanas. ONU Mujeres es la organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Fue establecida para acelerar el progreso que conllevará a mejorar las condiciones de vida de las mujeres y para responder a las necesidades que enfrentan en el mundo. La entidad se centra en cinco áreas prioritarias: · Aumentar el liderazgo y la participación de las mujeres; · Poner fin a la violencia contra las mujeres; · Implicar a las mujeres en todos los aspectos de los procesos de paz y seguridad; · Mejorar el empoderamiento económico de las mujeres, · Y hacer de la igualdad de género un aspecto central en la planificación y la elaboración de presupuestos nacionales para el desarrollo En España, a noviembre de 2023, la población nacida en el extranjero es de 8.569.954 personas, mayor que la de nacionalidad extranjera que es de 6.373.463, debido a los procesos de nacionalidad española. Del total de población en España, (48.446.594), son personas españolas por nacimiento 42.073.131. Uno de los cambios sociales más importantes acontecidos en España en las últimas décadas es la transformación y la feminización de los flujos migratorios. Las mujeres inmigrantes presentan peculiaridades y necesidades distintas, tanto de los hombres inmigrantes, como de la población femenina nacional. Los prejuicios, la xenofobia, la discriminación, el racismo, y los discursos de odio son muros, barreras y, dificultades que impiden a España reconocer el “derecho a migrar” que tenemos todas las personas, -también las españolas migran-, y valorar todo el potencial intelectual y de trabajo que trae en su mochila una persona migrada. Poner la mirada en los Derechos Humanos reconociendo la titularidad de éstos en todas las personas, sin distinción alguna, ayuda a distanciarnos de enfoques y prejuicios sobre las personas en situación de vulnerabilidad como receptoras de beneficios y programas sociales. La Declaración universal de los Derechos Humanos (1948) en su Art. 1 dice: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Art. 2 “Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en la Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, de origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Los Estados firmantes, y España es uno de ellos, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos tienen la obligación de RESPETAR – abstenerse de realizar actos que vulneren los derechos humanos y el principio de no discriminación-; PROTEGER –adoptar todas las medidas necesarias para prevenir los abusos a los derechos humanos cometidos por particulares, empresas, partidos, etc. – y, HACER EFECTIVOS LOS DERECHOS HUMANOS- adoptando todas las medidas apropiadas necesarias para hacerlos cumplir. La población de nacionalidad extranjera aportó el 97,48% del crecimiento poblacional registrado en España entre julio de 2022 y de 2023, según los datos provisionales de la Encuesta Continua de Población (ECP) del Instituto Nacional de Estadística (INE). De las 537.611 personas que engrosaron la población de España en el último año, 524.087 tenían nacionalidad extranjera, mientras que el número de habitantes con nacionalidad española apenas subió en 13.524 personas. España registra crecimiento vegetativo negativo –las defunciones superan a los nacimientos– desde el año 2017, como revela el INE. De hecho, la estimación mensual de nacimientos de la primera mitad de 2023 dejó la cifra de alumbramientos más baja (155.629) de los últimos ocho años, cayendo un 2,5% respecto a 2022. La población española también se situó en 2022 como la sexta más longeva de la Unión Europea, con una edad media de 45,1 años, y la segunda que más ha envejecido en la última década –4,3 años, una cifra que solo supera Portugal–, según Eurostat. La inmigración desempeña un papel esencial en la sostenibilidad demográfica y del empleo en una sociedad envejecida y con una bajísima tasa de natalidad como la española. Nuria Bustamante y Sergio Díaz[1], analizan la evolución reciente de los flujos de inmigración en España, su distribución geográfica y su caracterización socioeconómica y concluyen que en “una sociedad envejecida y con una bajísima tasa de natalidad como la española, la inmigración desempeña un papel esencial en la sostenibilidad demográfica y del empleo, al contribuir a aumentar y rejuvenecer la población total y la fuerza laboral. Por lo que respecta a la cualificación de los extranjeros, presentan un nivel más elevado de lo que a menudo se cree. En cuanto a los empleos en los que se ubican los extranjeros, en los últimos años hemos asistido a un aumento generalizado por actividades del peso de estos trabajadores, si bien su presencia relativa es mayor en ocupaciones elementales o que requieren un menor nivel de cualificación. Así, por ejemplo, en términos de afiliados a la Seguridad Social, más del 25% de los ocupados en la hostelería y del 18% en la construcción son extranjeros, cuando en 2015 ambos porcentajes eran el 19,5% y 10,6%, respectivamente; en transporte y almacenamiento también se ha registrado un destacado aumento, pasando del 7,4% al 13,6%. Por el contrario, el papel de los extranjeros es menos relevante en las ramas industriales, tanto extractivas (5,9% vs. 5,3%) como manufactureras (8,4% vs. 5,6%)”. afirman en el estudio publicado en julio 2023 EL EMPODERAMIENTO DE LAS MUJERES MIGRANTES EN EL EMPLEO[2] El Informe sobre la Integración Laboral de la Inmigración (2022) del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia ha revelado que las mujeres migrantes cualificadas que buscan empleo en España enfrentan múltiples retos. Este concluye que, casi el 30% de las trabajadoras extranjeras tienen contratos a tiempo parcial y un 12% trabajan a través de contratos verbales, mientras que la temporalidad alcanza el 35%. Además, la brecha salarial por nacionalidad llega al 37%. La falta de redes de apoyo, el aislamiento social y la carga de responsabilidades familiares adicionales también dificultan la búsqueda de trabajo, así como la falta de reconocimiento de cualificaciones. El informe destaca la necesidad de estrategias claras desde la política pública para abordar la falta de capital social, habilidades y competitividad. Por lo tanto, se hace necesario que los organismos estatales promuevan la divulgación de procesos de validación y homologación de títulos existentes para facilitar la inserción laboral y aprovechar el talento humano de las personas migrantes cualificadas. Casi la mitad de las mujeres extranjeras ocupadas en España desarrollan empleos no cualificados en sectores como la hostelería, el comercio; relegándolas así, a trabajos con condiciones precarias y salarios inferiores a los de otros grupos. También suelen trabajar en sectores feminizados como el cuidado de personas mayores y población infantil, así como en el servicio doméstico según el Instituto Nacional de Estadística, pudiendo llegar a trabajar incluso 80 horas a la semana, aunque el régimen laboral se establezca en 40 horas semanales, conllevando una falta de protección legal en el lugar de trabajo, lo que las hace más vulnerables a la explotación laboral. La situación laboral de las mujeres inmigrantes en España tiene poca visibilidad debido a que a menudo trabajan en sectores de la economía sumergida y a la falta de atención a sus necesidades específicas y problemas laborales. Una de las características propias del empleo de mujeres migrantes es la alta tasa de temporalidad de los contratos. Según el Informe sobre la Integración de la Población extranjera en el Mercado laboral Español[3], “esta tasa alcanza un 35% en comparación con el 26% que registran las españolas. Sumado a esto, a la discriminación por motivos de género, debemos añadirle la discriminación por origen étnico. Esta situación puede desembocar en rechazos en los procesos de selección, diferencias salariales, falta de oportunidades de ascenso o acoso laboral mediante comentarios racistas, exclusiones o burlas. Al mismo tiempo, el acceso y mantenimiento del empleo de las mujeres migrantes se ve marcado por barreras administrativas y burocráticas. Estas barreras dificultan su capacidad para encontrar trabajo, obtener seguridad social y el acceso a servicios públicos. El desconocimiento de las normativas y procedimientos administrativos, así como la falta de información clara y precisa, ocasionan que las mujeres migrantes se encuentren en una situación de mayor vulnerabilidad. En este punto es interesante mencionar la situación de las mujeres migrantes que cuentan con una cualificación. En este sentido, hay que tener en cuenta la homologación de sus estudios y todo el proceso a seguir hasta conseguirlo. Determinadas cualificaciones no son reconocidas en España, lo que dificulta la obtención de un trabajo en su ámbito. Para abordar las realidades y problemáticas específicas que enfrentan estas mujeres, es importante implementar medidas y políticas de integración sociolaboral e igualdad. También es necesario sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de valorar la contribución de las mujeres inmigrantes al mercado laboral y a la sociedad en general”[4]. Invitamos a las mujeres inmigrantes a crear redes sociales, a pertenecer a asociaciones de mujeres migradas, a las AMPAS, a acercarse a los ayuntamientos como el de Robregordo, donde su alcaldesa es también una mujer migrada; fortalecer nuestras redes de apoyo, ya que su familia y amigos se han quedado en el país de origen y no tienen a quién recurrir en algunos casos de necesidad. Las mujeres migrantes, seguiremos luchando por la Igualdad de oportunidades y de trato, hasta que la dignidad se haga costumbre. [1] https://www.caixabankresearch.com/es/economia-y-mercados/mercado-laboral-y-demografia/cambios-caracteristicas-poblacion-inmigrante [2] https://www.observatorioigualdadyempleo.es/comienza-la-campana-porlosderechoslaboralesfm/ [3] https://www.inclusion.gob.es/oberaxe/ficheros/documentos/integraciondelapoblacion.pdf |